La erótica y la amatoria pueden verse mediadas por objetos diferentes a los propios sujetos, bien como complementarios bien como sustitutivos.
Han sido fenómenos clasificados como parafilias o desviaciones en función de códigos psiquiátricos pero también por usos y costumbres socioculturales cambiantes.
Los motivos de consulta pueden ser variados: erótica condicionada por objetos fetiche, modos que determinan relaciones, atracciones hacia menores por parte de sujetos adultos, etc.
El asesoramiento sexológico deja a un lado las etiquetas normativas o morales para centrarse en la intervención de malestares, desajustes o situaciones que resulten problemáticas desde un enfoque respetuoso y riguroso.